Pasas meses preparando tu boda y cuando por fin llega, ocurre todo tan rápido que parece un sueño.
Las fotos de Ana son precisamente las que te recuerdan que ese sueño ha sido real, porque viéndolas puedes revivir ese día tan especial con tal lujo de detalle que recordarás hasta cómo te sentías en ese momento exacto que ella ha sabido atrapar…
Ana no solo hace fotos, Ana captura sentimientos y capta a las personas a la perfección. Tiene el equilibrio perfecto entre ser una profesional de los pies a la cabeza y darte la cercanía que necesitas para estar cómodo en un momento tan íntimo como tu boda, y eso sin duda es un don al alcance de pocos. Por eso cuando la conoces sabes que no va a ser un proveedor más en tu boda sino que ha aparecido para quedarse.