Siempre he pensado que todas las parejas son diferentes, cada relación es un mundo y entre ellos, se entienden. Pero es que el mundo de María y Guille es tan extenso, que consiguen que entres en él y sientas esa conexión que tienen entre ellos como tuya propia.
Ellos se casaron el pasado mes de noviembre, pero en verano decidimos hacer una escapada a Pedraza (Segovia), testigo de una de sus primeras citas en aquella noche en la que el pueblo se inunda de velas. Pocas palabras me salen cuando se trata de ellos, porque siempre han conseguido que me sienta a gusto y feliz con lo que hago. Porque cada vez que conecto con una pareja de esta forma, me recuerdan porqué sacrificamos los fines de semana para estar con ellos.
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