EXPERIENCIAS

Tania & Adam

10 de junio de 2020

Nuestra experiencia con Ana ha sido múltiple. La primera vez estuvo en nuestra boda y la experiencia del día y del resultado final fue precioso. Tras la boda y cuando me quedé embarazada, a Adam, mi marido, le hacía mucha ilusión hacernos una sesión durante este periodo. Yo, supongo que como la mayoría de mujeres, no estaba muy segura de ese tipo de sesiones dado que no era “mi mejor momento” y no sabía cómo iba a sentirme haciendo las fotos y menos aún cómo iban a quedar…pero accedí. Ya conocíamos a Ana y nos había encantado su forma de trabajar con lo que decidimos que nos la haría ella. Y FUE MARAVILLOSO. Todas mis inseguridades y dudas se esfumaron en cuanto hablé con ella. Como siempre, Ana, en su mix de cercanía y profesionalidad, me explicó lo que haríamos y me tranquilizó, con lo que no había cabida a mis dudas. Llegado el momento de la sesión, fue mejor aún, nos lo pasamos fenomenal: las fotos en casa, más íntimas, fue como volver al día de la boda, pero más relajados y más divertido y el paseo por el Retiro mejor todavía. Estábamos teniendo nuestra sesión pre boda pero infinitamente más especial. Después de esta experiencia y del resultado, que superó con creces nuestras expectativas, tuvimos que repetir. Esta vez 15 días después de que Camila naciera y, como no podía ser de otra manera, la experiencia fue estupenda y gracias a Ana salieron fotos maravillosas. Supo sacar partido de los recursos que había en casa (¿luz y una toquilla blanca?) y adaptarse a los tiempos de un recién nacido. Gracias Ana por tu flexibilidad y paciencia. Con Ana no solo nos queda el recuerdo maravilloso de unas fotos que transmiten lo que sentíamos en aquel momento, sino el recuerdo de la sesión, lo bien que nos lo pasamos y las ganas de repetir. Solo tenemos palabras de agradecimiento para ti, GRACIAS Ana.

Marta & Víctor

14 de diciembre de 2019

La verdad que yo dí con Ana por RRSS, me gustaba su trabajo pero no tenía mas referencias. Cuando salimos de reunirnos con ella en una cafetería, Víctor y yo lo fuimos hablando en el coche, ¡qué buenas sensaciones nos dio! Super simpática, super atenta, tenía todo previsto para que no se escapara ningún detalle ni ninguna foto importante, cosa que a amigas mías les había faltado en su día. Cuando ultimé detalles con la florista, me volví a llevar una grata sorpresa con su opinión, sus palabras textuales fueron “me encanta, es una de las mejores de España” cosa que me volvió a dejar tranquila una vez mas.Tras la boda todos nuestros familiares y la gente cercana que tuvieron mas contacto con ella y con la otra fotógrafa que le acompañó nos dijeron que estuvieron encantados con ellas en todo momento, que eran un encanto, así  que felices otra vez!Y por último y más importante al ver el resultado final.¡Tenemos unos fotones increíbles!Trabajar con ella fué la mejor decisión que pudimos tomar, le tengo muchisimo cariño y ya forma parte de mi entorno cercano. Espero contar con ella en mas ocasiones importantes de nuestras vidas. Un diez.

Paula & Miguel

15 de junio de 2019

Mentiríamos si dijésemos que no le damos importancia a las fotos; para nosotros elegir bien y acorde a nosotros era muy importante, al final es el recuerdo que tienes para toda la vida!!! Cuando nos pusimos a buscar sobre todo a través de RRSS, encontramos a muchos profesionales, pero ninguno que nos trasmitiese tanto “feeling” como Ana. Estamos muy agradecidos con todo; su trabajo ¡que es fantástico!! siempre a tiempo y de una calidad insuperable.
Pero sobre todo como persona, no se le puede describir con otra palabra: MARAVILLOSA! Gracias por tu alegría, tu amabilidad y por saber sacar lo mejor de nosotros. Eres una de esas personas que deja huella.

Paula y Miguel

Belén & Richi

1 de junio de 2019

Nosotros sabíamos que la fotografía del día de nuestra boda era uno de los proveedores más importantes, si no el que más. Pero no nos dimos cuenta de la importancia que realmente tiene hasta que hemos visto el resultado, materializado en los preciosos momentos que Ana nos ha regalado y que quedarán en nuestra memoria para siempre.  

Somos seguidores del trabajo de Ana desde hace tiempo. Sin ser muy expertos en la materia, veíamos su instagram, repleto de imágenes que te cautivan: la luz, los instantes que están sin preparar y sólo ella consigue robar, la espontaneidad. Y creo que ahí reside el valor de su trabajo: consigue comunicar, hacerte formar parte de la historia detrás de cada imagen sin ni siquiera haber formado parte de ella. Por eso, teníamos claro que sería ella quien contara nuestra historia, un día tan importante para nosotros.

Lo que más nos gustó desde el primer momento fue la confianza y pasión que transmite en su trabajo, mostrando una calidad humana y profesional que nos dejó locos. Desde ese momento en que le dijimos que nos casábamos, se convirtió en una más, aconsejándonos siempre incasable, volcándose con nosotros como si de su propio día se tratara.

Basta con conocer un poco a Ana para tener claro que ese día vais a estar tranquilos. Nos transmitió una seguridad que sólo pueden los que son excelentes fotógrafos, no sólo tiene a sus espaldas una carrera profesional preciosa, con miles de proyectos, sesiones y bodas. Ana, «en acción» es todavía mejor. La experiencia que nos demostró desde la sesión de pre-boda hasta la atención al mas mínimo detalle al entregarnos las fotos, hace que sonriamos sólo de recordar su sonrisa detrás de la cámara.

Todavía no sabemos cómo lo hizo, pero no se le escapó ni una, cuando vimos todo el material que nos entregó pensamos que tendría que haberse multiplicado por mil para haber pillado todo lo que pilló con su cámara. El «gran día» pudimos disfrutar muchísimo gracias a ella, a su experiencia, liderazgo, la relación con el resto de proveedores con el que se entendió perfectamente y en ese mismo instante. Todo fue rodado, desde el momento de los preparativos hasta el final de la noche (donde ya se le escapó algún bailecito con nosotros).

Estamos deseando volver a tener una excusa para contar con ella de nuevo. Ya le hemos dicho que reserve energías porque será ella quien haga las fotografías de nuestros nietos. De momento, hemos ganado una amiga y sabemos que podemos contar con ella, ¡al menos para unas cañas!

Clara & Gonzalo

27 de abril de 2019

Qué suerte fue encontrar a Ana. Qué suerte llegar a su perfil y poder ver su trabajo y lo que transmite a través de él.  Y qué suerte quedar aquel día en aquel café y saberlo. Era ella. Es el equilibrio perfecto entre delicadeza, espontaneidad, profesionalidad y cariño. Y esperes lo que esperes de Ana…superará tus expectativas, como persona y como profesional. Y es que al final, contactas con ella por su trabajo, y te quedas con ella por cómo es.

No somos los novios más previsores, ni los más organizados…ni nos era fácil la idea de ponernos delante de una cámara. Pero Ana supo ver quiénes éramos. Y mientras hace su magia te transmite tanta confianza, tan buena energía, tanta naturalidad, que te olvidas de que realmente está haciendo su trabajo. Desde las fotos más divertidas en el caos más absoluto hasta las más emocionantes en los momentos íntimos. Todas y cada una de ellas somos nosotros, es nuestra gente, es ese día y su esencia atrapados en su objetivo. Y así lo sentimos cada vez que las vemos.

La sensación, incluso un tiempo después, es que Ana no fue sólo la fotógrafa del día de nuestra boda. Si no que ha sido una pieza muy importante en todo este viaje, manteniendo la autenticidad y cuidando los detalles antes, durante y después.  

Gracias, Ana. Por todo. Te elegiríamos (y te elegiremos) mil veces más.

Un abrazo muy grande, Gonzalo y Clara.

María José & Álvaro

23 de febrero de 2019

Describir a Ana con una palabra sería imposible…Ana es MAGIA, PASIÓN, CERCANÍA, es CONFIANZA Y PROFESIONALIDAD.Aún recordamos cuando la vimos por primera vez. Habíamos intercambiado algún correo que otro y por fin se dio lugar la gran cita. Agosto, Madrid, calor a morir, pero allí estaba ella, con una sonrisa, una cercanía y una simpatía indescriptibles (sólo quien la haya tratado sabe a que nos referimos). Habíamos visto algunas de sus fotos en la web, en instagram.. pero como todos los novios siempre dudas de a quien escoger para ese día. Las fotos son ese recuerdo que tendrás para siempre. Queríamos que la persona que se entrevistase con nosotros fuera la que estuviera allí, en nuestro gran día, y Ana ofrecía eso y mucho más. Cuando nos fuimos de allí estábamos tan seguros de que tenía que ser ella como de que nos íbamos a casar. Nos había dado paz, tranquilidad y muchísima confianza. Se notaba que hablaba de su trabajo con pasión, que lo ama y le encanta y que disfruta con él. Todo eso que buscábamos para podernos despreocupar ese día.Nosotros no somos muy dados a fotos, mucho menos a posar y sonreír forzosamente delante de un objetivo. Queríamos disfrutar al máximo, despreocuparnos y que todo saliera bien. Que las fotos captase lo que somos, lo que estábamos viviendo y … Ay amigos! Ella sabe bien como hacerlo. Es tan cercana y tan profesional que en mi familia pensaban que era amiga nuestra de toda la vida, y es que desde que la conocimos la sentimos así, una más.Te sientes tú en todo momento, te hace reír y disfrutar aún más aunque te estén apuntando con un objetivo, sientes que no hay nada más que tu momento, que nada va a salir mal. Capta cada pequeño instante, la sonrisa, la mirada, todo! Parece increíble, es pura magia!  ¿Y cuando vimos el resultado? Lagrimas de pura felicidad. Ver cada una de las fotos, una y otra y otra vez y revivir el momento, consigue teletransportarte a todos y cada uno de los instantes incluso, que es más importante, vives momentos que ni siquiera te acordabas que hubieran estado, ¿es o no es increíble? Vemos las fotos y nos sentimos nosotros, esa fuerza, esa felicidad y esa alegría desbordante plasmada en algo que puede parecer tan estático como una foto pero que te mete en ella. Eso consigue con sus fotos, hacerte vivir momentos aunque no los hayas vivido! No sé cuantas excusas buscar más para poder volver a contar con ella, lo que si tenemos claro es que volverá a formar parte de mil momentos más importantes con nosotros, y de muchos instantes más! Gracias por tanto.

Mery & Javi

23 de junio de 2018

Nuestra experiencia con Ana se basa en sensaciones. La primera de todas nos la transmitió sin tan siquiera conocernos, y lo hizo a través de su reflejo como persona, sus fotos. La luz, los momentos, el color y todo lo que puede decirte una foto nos llamaba la atención. Teníamos que conocerla.

A nosotros nos importaba más para nuestro gran día el “feeling” con nuestros proveedores que su nombre o su trayectoria. Necesitábamos hablar con ellos para decidirnos. Quedamos con Ana y resolvió nuestra duda, sus fotos hablaban como ella. Profesional, pero a la vez cercana. Flexible pero con las ideas claras. ¡Esa sensación buscábamos!.

La tercera se desarrollaba en el tiempo hasta la boda. Su interés por realizar un excelente trabajo nos hacía ver que era difícil que nada saliera mal. Además, sentir que tu fotógrafa el día de la boda va a ser una más de tus amigas no tiene precio.

Nos hizo una sesión previa al gran día en París, y lejos de ser una interminable y aburrida pose, se convirtió en un paseo hecho foto. Aquellas fotos nos encantaron.

Llegó el gran día, y lo único que deseas es disfrutar al máximo, pero a la vez quieres seguir viviéndolo el resto de tu vida. La única forma de poder hacerlo es contando con imágenes que transmitan esas mismas sensaciones que tenías en cada momento.

Cuando recibimos nuestro reportaje estábamos algo nerviosos por saber si todo lo que sentimos era tal y como se veía desde fuera. Una vez más, Ana resolvió nuestras dudas. A partir de ahora podíamos revivir ese día una y otra vez viendo cada uno de los momento que Ana supo captar, incluso otros que se nos habían escapado.

Para nosotros ahora, ella es amiga… es familia.
GRACIAS POR TANTO.

María & Gonzalo

3 de diciembre de 2017

Pasas meses preparando tu boda y cuando por fin llega, ocurre todo tan rápido que parece un sueño. 

Las fotos de Ana son precisamente las que te recuerdan que ese sueño ha sido real, porque viéndolas puedes revivir ese día tan especial con tal lujo de detalle que recordarás hasta cómo te sentías en ese momento exacto que ella ha sabido atrapar… 

Ana no solo hace fotos, Ana captura sentimientos y capta a las personas a la perfección. Tiene el equilibrio perfecto entre ser una profesional de los pies a la cabeza y darte la cercanía que necesitas para estar cómodo en un momento tan íntimo como tu boda, y eso sin duda es un don al alcance de pocos. Por eso cuando la conoces sabes que no va a ser un proveedor más en tu boda sino que ha aparecido para quedarse.

Ade y Manuel

12 de agosto de 2017

Contar con Ana en nuestra boda fue la mejor decisión que tomamos. Desde la primera vez que hablamos con ella por Skype sabíamos que todo iba a salir bien.

El día de la boda nos dio toda la tranquilidad, cariño y amabilidad que necesitábamos. Nos sentimos muy cómodos mientras ella y su compi nos retrataban.

Una vez pasada la boda, todos nuestros amigos y familia solo tenían buenas palabras para ella y después cuando vieron las fotos fliparon. Se refleja todo el sentimiento y felicidad que vivimos ese día. Así que no podemos estar más agradecidos y felices con el resultado. Contaríamos con ella una y mil veces más.

Estefanía & Borja

27 de mayo de 2017

Estuvimos mirando muchos fotógrafos, referencias, blogs… y nos pusimos en contacto con la mayoría!

Teníamos nuestros preferidos, pero en cuanto vimos más a fondo el trabajo de Ana, lo tuvimos bastante claro. Solo nos faltó conocerla en persona para tenerlo seguro.

Fue el único fotógrafo con el que quedamos para conocernos, ya que nada más acabar la “entrevista” no lo dudamos ni un segundo.

Siempre nos ha gustado la emoción y la ilusión que ha mostrado Ana con nosotros, pero sobre todo la seguridad que nos trasmitió hasta que llegó el día de la boda. Ese día sencillamente fue perfecto, nos dio mucha confianza, nos animaba, nos ayudaba a que nos diera menos vergüenza…

El resultado de su trabajo, no tiene palabras…el día que nos entregó las fotos, nos contaba anécdotas que ni nosotros mismos recordábamos; es realmente genial que el día de la boda no aparezca un extraño a hacerte fotos. Sientes que Ana ya te conoce y que lo vive junto a ti.  

Sin duda, si nos volviéramos a casar, cosa que nos encantaría porque es el día más genial de nuestras vidas, volveríamos a confiar sin pensarlo en ella. Hay elecciones que hicimos que jamás cambiaríamos y por supuesto Ana es una de ellas.