Puede parecer un tópico, pero cuando les conocí el invierno pasado, supe que esa boda iba a darme muchos momentos buenos. Coqui es arrolladora, alegre, feliz. Y Jose sonríe cuando la mira. Tienen esa conexión silenciosa que hace que me vuelva loca al verlos, que cuente los días para verlos dar el paso.
Desde esa reunión, las conversaciones con ella eran cada vez más divertidas, dejándome entrar en su pequeño mundo tan enorme, donde todo estaba calculado con un fin, hacer que su día fuese de ellos, auténtico, prestando atención a todos y cada uno de los detalles.
El pasado mes de septiembre llegó aquel día. Coqui es venezolana y pudo contar con todos ellos en Madrid. Y entre los dos consiguieron que mi mes de septiembre culminara con una boda que me llenó el corazón. Gracias por dejarme entrar, trabajar y ser feliz a la vez.
Vestido: Valenzuela Atelier
Zapatos: Jesús Mendizábal
MUA: Marieta Hairstyle y Meg Art
Ramo: Elena Suárez & Co
Finca: Soto de Cerrolén
Catering: Cardamomo Catering
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